El Rol del NFC en la Evolución del Ecosistema Bre-B en Colombia
Colombia vive una transformación profunda en su sistema de pagos con la llegada del ecosistema Bre-B, la apuesta del Banco de la República para conectar en tiempo real a todas las entidades financieras del país. El objetivo: que cualquier persona pueda enviar o recibir dinero, desde y hacia cualquier cuenta, de manera inmediata, 24/7. Pero para que esa infraestructura se vuelva realmente útil, necesita un puente entre la tecnología institucional y el ciudadano de a pie. Y es ahí donde la tecnología NFC (Near Field Communication), como la que impulsa MyTapp, cobra protagonismo.
A diferencia de otras soluciones, MyTapp no se posiciona como un datáfono ni como un POS tradicional. Es una herramienta ligera, móvil, accesible y completamente descentralizada que utiliza el NFC para permitir experiencias de pago persona a persona (P2P) fluidas y seguras. En lugar de depender de terminales, hardware adicional o redes cerradas, aprovecha las capacidades de los smartphones actuales, que ya integran chips NFC y autenticación biométrica, para facilitar una experiencia de pago realmente moderna.
¿Por qué es tan relevante esto para el ecosistema Bre-B? Porque uno de los retos más grandes del sistema financiero en Colombia no es solo lograr que los bancos estén interconectados, sino que las personas realmente usen estas capacidades. Hoy, más del 80% de las transacciones de bajo monto en el país todavía se hacen en efectivo. La barrera no es solo tecnológica: es de hábitos, confianza y usabilidad.
Aquí es donde la propuesta de MyTapp se convierte en un catalizador. Imaginemos este escenario cotidiano: una persona quiere pagarle a otra por un producto, servicio o incluso una deuda personal. Hoy, eso requiere pedir número de cuenta, copiarlo, abrir la app bancaria, digitarlo, revisar que esté bien, enviar el dinero y esperar la confirmación. Con NFC, el flujo se simplifica radicalmente. Basta con acercar dos teléfonos, autorizar el pago, y listo. La transferencia se ejecuta sobre el sistema Bre-B, de forma inmediata y sin fricción.
Este tipo de experiencia cambia completamente la percepción del usuario sobre los pagos digitales. Deja de ser un trámite engorroso y pasa a ser algo tan simple como entregar un billete. Pero con la ventaja adicional de la trazabilidad, la seguridad y la integración en tiempo real que ofrece el ecosistema Bre-B.
Además, hay un elemento de inclusión muy poderoso. Muchas personas en Colombia hoy operan por fuera del sistema bancario no por falta de acceso, sino porque consideran que los medios de pago tradicionales no se adaptan a sus necesidades. MyTapp rompe esa barrera al permitir que cualquier persona con un celular pueda recibir pagos o hacer transferencias sin necesitar una terminal, sin pagar alquiler de equipos y sin depender de terceros.
Al integrar NFC con Bre-B, se habilita un nuevo tipo de actor financiero: el ciudadano empoderado. Ya no se necesita ser una empresa, tener un negocio formal o ser cliente de un banco específico. Basta con tener una billetera digital que hable el lenguaje de Bre-B, y una interfaz de usuario tan amigable como lo es MyTapp con su tecnología de toque.
Esto también genera un efecto multiplicador. Cuantas más personas adoptan este tipo de herramientas, más se incentiva la digitalización del entorno. Comerciantes informales, trabajadores independientes, pequeños negocios y hasta padres de familia empiezan a ver el valor de moverse hacia pagos digitales. Y cuando la experiencia es fluida y confiable, se vuelve parte del día a día.
La seguridad es otro factor determinante. Muchas personas siguen prefiriendo el efectivo porque lo consideran inmediato y sin errores. Pero NFC, al operar sobre protocolos cifrados, autenticación biométrica y redes de pagos como Bre-B, ofrece un nivel de protección superior. No hay riesgos de digitar mal una cuenta, ni de enviar dinero a un número equivocado. La transacción es directa, física y verificable.
Además, el modelo de MyTapp está alineado con las políticas de interoperabilidad y gratuidad que impulsa el Banco de la República. Al evitar cobros ocultos, comisiones altas o barreras de entrada, permite que el usuario final disfrute plenamente del beneficio del sistema. Es una experiencia que democratiza el acceso a pagos inmediatos, sin hacer distinción entre bancos, billeteras o niveles socioeconómicos.
En el plano técnico, la integración de NFC con Bre-B es perfectamente viable. El sistema del Banco de la República está diseñado para ser modular y permitir conexiones a través de APIs abiertas, lo que permite que soluciones como MyTapp se conecten sin depender de arquitecturas heredadas o procesos burocráticos. Esto acelera el tiempo de salida al mercado y permite escalar con rapidez.
A futuro, este tipo de soluciones pueden incluso potenciar modelos más avanzados de pagos digitales. Por ejemplo, microseguros activados al tocar dos teléfonos, pagos escalonados con programación inteligente o incluso modelos de crédito social basados en redes de confianza. Todo parte de una interfaz simple, pero con mucho potencial: el toque.
En conclusión, el ecosistema Bre-B representa la autopista de los pagos inmediatos en Colombia. Pero para que millones de colombianos puedan transitar por ella, se necesitan vehículos accesibles, fáciles de usar y seguros. MyTapp, con su tecnología NFC, no solo es ese vehículo, sino que también educa, empodera y transforma la relación de las personas con el dinero. No es un datáfono, no es un banco, no es un POS: es la evolución natural del efectivo.
El futuro de los pagos en Colombia se construye tocando teléfonos. Y con Bre-B como base, y MyTapp como interfaz, ese futuro está más cerca de lo que pensamos.

