Cómo el Tap to Phone impulsa la adopción de tarjetas débito y crédito en Colombia
Durante años, Colombia ha enfrentado un reto persistente en su sistema financiero: la baja penetración del uso de tarjetas como medio de pago en la vida cotidiana. Aunque millones de personas tienen tarjetas débito o crédito emitidas por su banco, el efectivo sigue siendo el rey, especialmente en transacciones menores a $50.000 pesos. Esto no solo perpetúa la informalidad, sino que limita el acceso de muchos comercios y emprendedores a los beneficios del sistema financiero. ¿La razón? Hasta ahora, aceptar pagos con tarjeta requería un datáfono, un contrato, costos fijos y complejidad operativa.
Aquí es donde entra el Tap to Phone, una tecnología que convierte cualquier celular con NFC en un punto de venta sin necesidad de hardware adicional. Al eliminar la fricción de entrada, esta solución está transformando radicalmente el panorama de aceptación de tarjetas en Colombia.
Con Tap to Phone, un pequeño comerciante —el de la frutería de la esquina, la estilista a domicilio, el mensajero independiente— ya no necesita firmar un contrato con una empresa de adquirencia ni pagar por un datáfono físico. Basta con descargar una aplicación como MyTapp, registrarse y comenzar a recibir pagos con tarjeta directamente en su celular. Es tan sencillo como acercar la tarjeta del cliente al teléfono del vendedor y validar la transacción. En menos de tres segundos, el pago está hecho.
Este cambio tiene un efecto multiplicador. Cuando más comercios aceptan tarjeta, más personas se animan a usarlas. La razón principal por la que millones de colombianos no usan su tarjeta para gastos del día a día no es desconfianza, sino falta de aceptación. Si la tienda del barrio, el taxi o la manicurista no aceptan tarjetas, el efectivo sigue siendo la única opción. Tap to Phone rompe ese círculo vicioso y habilita un nuevo ecosistema donde cualquier persona puede convertirse en receptor de pagos digitales con solo un celular.
Además, la experiencia es completamente segura. Al operar bajo los mismos estándares de seguridad de un datáfono tradicional, el Tap to Phone cumple con las certificaciones internacionales de PCI CPoC, incluyendo cifrado de datos, tokenización y autenticación en tiempo real. Para el cliente, el proceso es idéntico al de pagar en cualquier supermercado o estación de gasolina, pero con la ventaja de una interfaz más cercana, directa y personal.
Tap to Phone también promueve la formalización de la economía. Muchos trabajadores por cuenta propia evitan bancarizarse porque consideran que los medios de pago tradicionales están diseñados para empresas grandes o requieren trámites innecesarios. Con esta tecnología, no necesitan ser expertos ni tener una infraestructura costosa: pueden aceptar pagos desde el primer día. Esto, a su vez, abre la puerta a créditos, historial financiero y acceso a nuevos servicios que antes les estaban vedados.
Por otro lado, para el ecosistema bancario y adquirente, Tap to Phone representa una oportunidad única de expansión sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura. Bancos, wallets, fintechs y redes de adquirencia pueden incorporar esta funcionalidad en sus apps y comenzar a generar transacciones en segmentos donde antes era impensable competir. Con millones de smartphones Android con NFC en manos de los colombianos, el mercado ya está listo. Solo hacía falta una solución simple, segura y confiable. Y ya llegó.
Incluso para comercios que ya cuentan con un datáfono, el Tap to Phone ofrece una solución complementaria ideal para escenarios de movilidad, eventos, ventas fuera del punto físico o simplemente como plan B en caso de que el terminal principal falle. También permite que empleados o socios de un negocio puedan aceptar pagos en distintos puntos simultáneamente, sin tener que compartir un solo datáfono.
El impacto es transversal: impulsa el uso de tarjetas, aumenta la inclusión financiera, mejora la trazabilidad de pagos y acelera la transición hacia una economía más digital. Todo esto, sin cambiar los hábitos de pago del consumidor, quien sigue usando su tarjeta como siempre, pero ahora con muchas más oportunidades de uso.
En resumen, el Tap to Phone está democratizando la aceptación de tarjetas en Colombia. No se trata solo de tecnología; se trata de inclusión, acceso y transformación. Convertir un celular en un punto de venta es convertir a millones de colombianos en actores del sistema financiero, sin barreras, sin trámites y sin costos ocultos. El celular ya es billetera. Ahora también es datáfono.

